Reportaje: Mayara Souto / COP30
Locución: Laura Frederico, Enrique Villamil, Mayara Souto e Nycolas Verlly
Periodista: Con el inicio de la temporada de quemas, que comienza en agosto en Brasil, el gobierno brasileño está implementando un número récord de brigadistas, equipos y quemas controladas para prevenir y contener los incendios forestales. Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), los efectos de estas medidas preventivas ya muestran resultados, ya que Brasil registró el menor número de focos de incendio en los últimos 12 años. El logro impulsa al país a ser líder con el ejemplo, en medio de la organización de la COP30 en la Amazonía —el bioma brasileño más afectado por las quemas en 2024.
André Lima, secretario extraordinario de Control de la Deforestación y Ordenamiento Ambiental Territorial del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático (MMA), explica que esta disminución ocurre debido a dos factores: el fenómeno de El Niño y las políticas públicas brasileñas dirigidas al enfrentamiento de las quemas.
André Lima: El primero de los factores es que el año pasado fue completamente fuera de lo común. Pasó el efecto de El Niño [que afecta los patrones de lluvia] y volvimos a tener un año prácticamente con un efecto neutro. Toda la implementación de la política derivada de la situación del año pasado fue otro factor adicional. Se implementó un conjunto de acciones coordinadas entre actores locales y los gobiernos en los niveles municipal y local, con inversiones destinadas a los cuerpos de bomberos y un fortalecimiento de las intervenciones federales, que también están dando resultados.
Periodista: Los incendios forestales son, en parte, un reflejo del cambio climático, y uno de los principales factores que contribuyen a esta situación es la deforestación, explica André Lima.
André Lima: El mundo se está calentando, los eventos climáticos extremos están aumentando en intensidad, duración y frecuencia, y los incendios son una consecuencia de momentos de sequía, que son eventos climáticos extremos. En condiciones normales de temperatura y presión, el fuego no entra en un bosque húmedo. El problema es que, con el cambio climático, el agravamiento del déficit hídrico y la deforestación, se genera una mayor vulnerabilidad en el bosque. Antes era un amortiguador de los incendios, pero en época de sequía, pasa a ser un combustible.
Periodista: También se están llevando a cabo acciones dirigidas especialmente a Belém, en Pará, para la COP30, como la posibilidad de contener incendios. Aunque noviembre—mes en que se celebrará la conferencia—no es época de sequía en Brasil, existe un plan en elaboración, afirma Rodrigo Agostinho, presidente del IBAMA.
Rodrigo Agostinho: Un estado brasileño en el que ya tenemos una atención especial es Pará. El este y el sur del estado son regiones que fueron intensamente deforestadas en el pasado y donde hay presencia de fuego en las temporadas más secas del año. Por eso, estamos reforzando nuestros equipos y aprovechando este aumento en el número de brigadistas.
Periodista: La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, subrayó que Brasil ha luchado por liderar con el ejemplo, pero reforzó que los avances deben continuar.
Marina Silva: Brasil ha luchado para liderar con el ejemplo, por eso celebramos la caída de la deforestación en el Cerrado, en el Pantanal. Queremos tener control del incendio de manera objetiva en el país. Entonces, el resultado que queremos es un resultado objetivo, para el beneficio del combate a los incendios, a la deforestación, y a todas las formas de destrucción de nuestros bosques y biomas.
Versión en español: Trad. Kaique Ortiz
Revisión: Enrique Villamil